El Terror

De este subgénero hay más que decir, partiendo por el tipo de mundo narrado y los personajes. Su ambientación es de tipo hiperrealista, esto es, una realidad absolutamente identificable con la nuestra, no sólo porque la gente aparezca haciendo cosas normales, como movilizarse en automóvil o muriendo de un disparo, sino porque hacen cosas triviales, como ir al baño o lavarse los dientes. La idea es que nos identifiquemos con el mundo presentado y sus personajes, individuos comunes y corrientes, no príncipes ni héroes, gente tan normal que de no ser porque algo les va a suceder, su historia no valdría la pena ser contada. ¿Qué les va a pasar? Van a morir, de modo repentino y horrendo, pero natural, dentro de las leyes racionales. Se caracteriza, pues, este subgénero por el MIEDO, el miedo a la muerte repentina y violenta, normalmente sangrienta.

Lo normal es que tanto en la narrativa como en el cine se traten historias en donde se presenten una seguidilla de muertes a manos de algún loco o psicópata. Cabe señalar que, lamentablemente, el terror en el cine ha decaído bastante, presa de los avances tecnológicos que dan posibilidades nunca antes vistas a los efectos especiales. De este modo, muchos de los filmes de terror y El Terror, en general, se han transformado más que en filmes de miedo al tipo de muerte descrita, en filmes de asco y repulsión, una excusa para inundar la pantalla de sangre y cabezas que ruedan, baste con comparar la escena de la ducha en la obra de Hitchcock Psicosis con cualquier asesinato en Martes 13, Saw u Hostal.




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